En el marco de la investigación “El Poder Legislativo argentino y las herramientas de la diplomacia parlamentaria” que auspicia el Instituto de Estudios Estratégicos y Relaciones Internacionales, se ha podido completar el capítulo referido a la acción de los Grupos Parlamentarios de Amistad.
En este sentido, se han recabado datos tanto del Senado de la Nación como de la Cámara de Diputados de la Nación. A partir de estas informaciones, hemos podido recabar ciertas diferencias y similitudes, que exponemos a continuación.
En primer lugar, en ambas cámaras se concibe a los Grupos Parlamentarios de Amistad como mecanismos para dinamizar agendas de cooperación con otros países. En ese marco, se busca que las relaciones recíprocas que los Estados establecen sean profundizadas por los lazos entre legisladores. Si bien tienen una concepción claramente bilateral, en ambas cámaras han existido propuestas para conformarlos hacia grupos de países o regiones.
Respecto de sus actividades, las más usuales consisten, respecto del país del que trate el grupo, del intercambio de información jurídica y legislativa, la recepción de Embajadores, la organización de reuniones con la Cancillería Argentina, la realización de seminarios, la invitación a cámaras empresarias o personalidades de los ámbitos políticos, sociales, culturales u otros.
En segundo término, se puede observar una diferencia normativa en el establecimiento de los Grupos Parlamentarios de Amistad (GPA). Al respecto, mientras el Senado de la Nación incorpora a los GPA en el propio reglamento de la Cámara –artículo 62- la Cámara de Diputados estableció en 2005 un Reglamento para el Funcionamiento de los mismos.
Un tercer aspecto a resaltar es que en ambas cámaras es la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto la que coordina la actividad de los Grupos Parlamentarios de Amistad. Asimismo, es en ambos casos que se requiere de una decisión del Presidente de la Cámara para la conformación de los GPA.
Respecto de los países que tienen Grupos Parlamentarios de Amistad conformados en ambas cámaras, estos son: Argelia, Australia, Bolivia, Brasil, China, Cuba, Estados Unidos, España, India, Italia, Francia, Líbano, México, Paraguay, Rusia, Turquía y Uruguay.
Como observamos, tienen una gran presencia los países limítrofes y lantinoamericanos. En este sentido, es justo destacar el caso de Chile: existe un GPA en Senado, pero en la Cámara de Diputados existe una Comisión Parlamentaria Conjunta Argentino-Chilena, creada por Ley Nº 23.172.
Asimismo otro grupo de países con los cuales se conforman GPA son aquellos de los que provino una fuerte inmigración hacia nuestro país. En este rubro, es extraño que Alemania no esté presente en ninguna de las dos Cámaras.
Como evaluación general, podemos establecer que el contenido y actividad de los grupos parlamentarios de amistad son múltiples y diversos, lo cual es lógico en una institución pluripartidaria. Sin embargo, la posible coordinación o el establecimiento de países-objetivos con los cuales desarrollar una agenda de trabajo permanente puede representar un buen complemento a la diplomacia ejercida desde el Poder Ejecutivo.