Acaba de suceder: la maniobra estratégica de un estadista. 25 de mayo de 2014.
Nuestra apostilla de Marzo de 2013, “Dos Colosos”, quedó superada merced a una audacia propia de los grandes conductores de la antigüedad: Alejandro, Aníbal, Julio César. Paradójicamente, tanto maniobra como estrategia provienen de la terminología bélica, su antípoda.
Con la frialdad de un ajedrecista jugó sus alfiles (que no dejan de ser obispos), en una inocente y sucesiva secuencia iniciada en Jordania que le permitió una aproximación al punto decisivo donde se coronaría el objetivo: los jefes de estado palestino e israelí.
Instalado en el epicentro del conflicto y con el contraste de honores militares a primeros magistrados, condujo veladamente (!) una aproximación hacia la unión de los enemistados.
Ya no sería ni la sede de Naciones Unidas en New York ni el Camp David de Washington sino “su casa” en Santa Marta (la residencia que habita) en el Estado Vaticano.
Judíos y Musulmanes unidos por el paráclito 1 de la tolerancia y la paz. Se amalgaman las tres religiones monoteístas en un épico desafío. Ni siquiera quedó librado al azar el pasaje de ese 6to Domingo de Pascua impuesto por la liturgia cristiana.
Tampoco es casual que el propio líder de un “reino colosal” (Pte. Barack Obama) 2 se haya rendido a los modos de una práctica plausible: el contacto con “sus” iguales en inusual e inocente paseo. Una sorprendida transeúnte en Washington le pregunta:-“¿Ud. es Ud.?”
Otra institución afectada: Las Naciones Unidas, que ha visto en su arena temporal la “intromisión” papal contrastando con uno de sus mejores “alfiles”: Lakhdar Brahimi aquel que tras su informe en el 2000 generara un cambio sustancial tras las afrentas a la humanidad del genocidio ruandés (1994) y del holocausto musulmán en la masacre de Srebrenica (1995).
Se deberá observar la evolución de esta maniobra que si bien se define básicamente por su huella espacial (geográfica) no es menos destacable su “tempo” y su kronos.
En su clímax, la unión de siete comunidades cristianas, fundidas junto al Santo Sepulcro se constituyó en causa y consecuencia de esta gestión epopéyica. Ha sido a su vez fin y medio. Fin en tanto la aspiración declamada y esperada en la visita de tres días; medio en cuanto herramienta respaldatoria de la autoridad de Su Santidad.
El mapa mundial de conflictos señala al fundamentalismo islamista insatisfecho como origen deslocalizado de muchas amenazas a la estabilidad.
La mano de Francisco extendida sobre los muros: el de Los Lamentos pero también el de las protestas palestinas como lo fuera entre estaciones Vi y VII de la Vía Dolorosa hace casi 2000 años nos toca, nos roza a todos.
Es tiempo de echar abajo los muros, pareciera que alguien en tres días está a punto de reconstruir el templo: el de la convivencia en paz en el centro del mundo.
1 (Jn 14,16). "El Padre os dará otro Paráclito" que significa "aquel que es invocado": por tanto el abogado, el mediador, el defensor. Evangelio del 6° Dom Pascua.
EDUARDO H. CUNDINS – (LEO - MEG) 487