Para la descripción de la convivencia de los estados en este planeta existen básicamente dos posturas. La una que responde a la noción de sistema y por lo tanto equilibrado y estable y la otra de caos y, en consecuencia, inestable e imprevisible. Como en todos los casos, es un poco de ambos lo que mejor describe su esencia.
En su relacionamiento, los estados de diverso desarrollo y concepción conviven, interactúan, se asocian y compiten. Sus habitantes conforman un conglomerado que suministra un primer atisbo de capital: el humano, su activo más preciado.
En procura del bienestar común que constituye la causa final del estado, (razón de ese pacto social) cada ciudadano tiende a plenificarse, a desarrollarse, a ser persona.
Al igual que los individuos, en su competencia, los estados generan aproximaciones, asociaciones y alianzas o, en el roce de sus intereses, disputan con los medios que le son propios (sus fortalezas, sus activos reales o virtuales) una relación antagónica: cooperación o conflicto...[ver apostilla completa]
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