2010 se identifica como el año latinoamericano, el ámbito temporal común en el que se conmemoran 200 años del inicio de los procesos de emancipación que culminarían en las independencias de Chile, Colombia, Venezuela, Bolivia, Argentina, Ecuador. Sin embargo estos procesos reconocen inicios, desarrollos y culminaciones de muy diversa connotación.
Abordar en detalle tales particularidades constituiría un esfuerzo historiográfico ajeno al propósito de este aporte, aunque, no obstante y apelando a la locución del discurso cartesiano “cogito, ergo sum” (pienso, (luego) por lo tanto existo) vale destacar tal afirmación como principio de individuación, de distinción, de afirmación de existencias diferenciadas.
Invadido por la duda sistemática que el rigor científico impone, las celebraciones sudamericanas de las independencias de las metrópolis europeas no dejan de confirmar la voluntad identitaria, la vocación de reconocimiento respecto a “los otros”, la confirmación de identificación respecto al resto. “Soy en cuanto somos”. Lo uno y lo diverso.
Estas celebraciones no hacen más que confirmar la vigencia de una voluntad constitucional que sustentó y proyectó a los estados como entes indivisos, identificados y permanentes.
Indivisos en cuanto que cualquier escisión o secesión interna será percibida como una mutilación de su soberanía en la dimensión espacial de su patrimonio territorial. Límites precisos o litigiosos así lo confirman.
Identificables en cuanto a sus divisas: colores, escudos y banderas que los hacen únicos.
Permanentes en la trascendencia de los valores que obraron en su génesis y cuya perpetuación fundamenta el compromiso fundacional con la posteridad.
Así, cada “proyecto sugestivo de vida en común” al decir de Ortega y Gasset encuentra su praxis distintiva, su versión irrepetible delineada en el decurso de la historia en cada estado nacional.
Sobrevendrán luego los acercamientos y las estructuras cooperativas o comunitarias conformadas para una mejor articulación de los intereses comunes de cara a otros bloques antagónicos, pero complementarias, no sustitutivas. La prevalencia de los intereses reputados como tales por los gobiernos en marcha serán respaldados cuando una medida afecte o pueda afectar los intereses tangibles de estas unidades estatales. Fronteras que se sensibilizan o cierran, protestas estatales formales o populares informales, intervención de juzgados internacionales, amenazas veladas tejen la trama de estas relaciones en las que cada “equipo” sale a la cancha a defender sus colores.
PAÍSES DEL UNASUR
PAÍS |
PROCESO INDEPENDENTISTA |
INICIO |
CONCRECIÓN |
Brasil |
1808 |
1822 |
Argentina |
1810 |
1816 |
Colombia |
1810 |
1819 |
Venezuela |
1810 |
1811 |
Perú |
1821 |
1824 |
Chile |
1810 |
1818 |
Ecuador |
1809 |
1820/1822 |
Bolivia |
1809 |
1825 |
Uruguay |
1825 |
1828 |
Paraguay |
1811 |
1811 |
Surinam |
- |
1975 |
Guyana |
- |
1966 |
|